En la actualidad se están padeciendo drásticos cambios en los sistemas climáticos y meteorológicos en nuestro planeta, debido principalmente a los gases de efecto invernadero. El dióxido de carbono en el medio ambiente ha aumentado considerablemente en los últimos dos siglos por la quema de combustibles fósiles, tales como petróleo, gas natural o carbón.
Una de las principales acciones para alcanzar las metas propuestas prevé el uso de fuentes de energía renovable, tales como generadores eólicos y celdas fotovoltaicas, para la generación de energía eléctrica. Sin embargo, debido a que existen equipos o procesos industriales en donde se requieren grandes cantidades de energía en los cuales esta alternativa no es la más adecuada de utilizar, como son los procesos térmicos de tratamiento de metales o los equipos de transporte pesado, se plantea como una opción viable la utilización del hidrógeno como combustible. Esta elección se basa en que el hidrógeno posee un poder calorífico muy similar al del gas natural; por lo que, se puede reemplazar a este gas, pero sin sus efectos contaminantes.
No obstante que el hidrógeno es el elemento más abundante en el universo; este no se encuentra normalmente de forma libre en nuestro planeta, generalmente forma parte de moléculas de diversas sustancias, entre las que destacan el agua (H2O) y metano (CH4). Por esta razón es necesario dividirlas mediante el uso de otros tipos de energía tales como luz, calor, energía eléctrica y sus combinaciones.
En el Laboratorio de Procesamiento Eficiente de la Energía del Instituto Potosino de Investigación Científica y Tecnológica (IPICYT), desde hace más de diez años, se ha estado trabajando con celdas de combustible para generación de energía eléctrica de corriente directa, las cuales tienen como alimentación el hidrógeno. En la actualidad se tiene un proyecto el cual tiene como objetivo el desarrollar e implementar tanto esquemas de convertidores como de controladores capaces de proporcionar un voltaje regulado a un electrolizador que alimente de hidrógeno a una celda de combustible. La energía a utilizar provendrá de una micro red formada por diversas fuentes de energía eléctrica renovable, logrando alimentar a un electrolizador con un voltaje constante con las características adecuadas.
El desarrollo continuo de infraestructura para la generación de energía renovable sin duda reducirá el costo de la producción de hidrógeno verde lo que puede llegar a ser una tendencia futura.