• No se contempla cierre de iglesias tras robo a imagen de La Compañía.
La iglesia católica potosina, cuestionó la certeza del resultado que arrojó la reciente encuesta sobre percepción de inseguridad que prevalece en México y particularmente en San Luis Potosí, misma que en términos generales revela que hay una leve disminución durante el mes de diciembre, pues en palabras del vocero de la arquidiócesis Juan Jesús Priego Rivera, el ejercicio estadístico, no parece reflejar la realidad que prevalece en la ciudad y el Estado, ya que se siguen registrando hechos de sangre como los dos eventos del pasado martes en el estadio 20 de noviembre y sobre Acceso Norte. “El problema es que se trata de una percepción solamente, y aquí más bien por las noticias nos damos cuenta de que los actos de violencia siguen a todo lo que dan, pero la percepción es que al menos en nuestro entorno inmediato no ha decrecido se requiere una estrategia más preventiva y que no nos acostumbremos a esta situación ni a otras cosas como la acontecida también en nuestra propia iglesia”, refirió el sacerdote. También reiteró que se ha presentado ya una denuncia por el robo de una imagen del niño Jesús por una mujer al interior del templo de La Compañía y dijo que esta acción no va en contra propiamente de la persona que cometió el ilícito, ni tampoco porque se pueda tratar de un objeto con valor histórico, sino que es una pieza que forma parte de un inventario que recibe el sacerdote responsable de una parroquia y que la única forma de darlo a conocer es mediante la denuncia a las autoridades para que quede el registro respectivo. Priego Rivera recordó que durante el 2018 se presentaron algunos robos en iglesias del Estado, especialmente alcancías y la sustracción de las hostias consagradas, aunque afortunadamente no hubo robo de arte sacro, sin embargo reconoció que la institución, deberá seguir trabajando de manera interna para reforzar con equipos de seguridad, la vigilancia sobre los diversos templos que se tienen. No obstante descartó que ante este tipo de situaciones, sea necesario aplicar medidas más drásticas como es cerrar los templos en caso de que existan pocas personas o estén prácticamente vacíos. “No se contempla cerrar iglesias, no queremos que templos se conviertan en museos; una iglesia cerrada es como si no existiera, así que seguirán abiertas pero cada vez más equipadas”, concluyó.